Instituto Tecnológico Salesiano

Hacia finales del siglo XIX la fama de la inmensa obra educativa que cumplía Don Bosco con sus hijos “Los Salesianos” y sus hijas “Las Hijas de María Auxiliadora” era conocida en el mundo entero y Perú fue el primer país en Sudamérica en prestar especial atención a la obra salesiana. Fue así que en 1890, Manuel Candamo, ex presidente de la República y en ese entonces Presidente de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima invita a la congregación salesiana a formar en nuestro país una Escuela Profesional de Artes y Oficios orientada a formar jóvenes profesionales en distintas especialidades técnicas.

De esta forma el 8 de diciembre de 1891 se funda La Escuela Profesional de Artes y Oficios de Lima ubicada en el distrito del Rímac, primera obra salesiana en el país, que tuvo como objetivo formar a jóvenes en los oficios de: zapatería, sastrería, carpintería, herrería e imprenta, dentro de un ambiente de confraternidad, alegría y sano esparcimiento. Sin embargo, luego de casi una década y observando el auge y demanda del público por la educación salesiana, la emblemática escuela cierra sus puertas temporalmente y cambia de ubicación.

Es así que el 28 de enero de 1900 el Arzobispo de Lima Monseñor Manuel Tovar inaugura solemnemente la nueva casa salesiana dividida en el Colegio Salesiano y la Escuela de Artes y Oficios ubicada ahora en el distrito de “La Breña” con un terreno más amplio y más cómodo que permitió la creación de múltiples salones y talleres, infraestructura que con el paso de las décadas fue remodelada y modernizada conforme a las exigencias del avance educativo.

Así también el nombre de Escuela de Artes y Oficios, quedo atrás y paso a llamarse Instituto Técnico Industrial y posteriormente Instituto Superior Salesiano, debido a que los gobiernos de turno con los cambios de régimen otorgaban una denominación distinta a las entidades educativas. Sin embargo, al margen de los nombres, la obra salesiana mantuvo siempre la esencia y espíritu con la que inició sus actividades: la formación profesional de jóvenes. Y fue en base a este objetivo, que el instituto creció a nivel de infraestructura, se implementaron nuevas carreras, se adquirieron maquinarias de última tecnología, se modernizaron los talleres y se reunió un óptimo equipo docente para la cátedra de las diversas especialidades.